La dura política de seguridad complica los negocios en China y preocupa a las empresas
Hacer negocios en Porcelana Se ha vulto más difícil y potencialmente más peligroso, ante la prioridad que el gobierno le da la seguridad nacional por encima de todo, pese a insistir en que el país está abierto al comercio.
A fine de marzo, las autoridades recibieron a ejecutivos en Beijing para decirles que «no son visitinges extranjeros, sino familia», y asegurarles que eliminarían las trabas burocráticas.
Pero tras el levantamiento de las restricciones anticovid en los últimos meses, China ha limitado el acceso a datos desde el exterior e informado de todos los análisis contra firmas de consultoría.
Las enmiendas a las ojos antiespionaje, que entrarán en vigor el 1 de julio, ampliarán la definición del mismo y prohibirán la transferencia de información sobre seguridad nacional.
Todo esto tiene asustadas a las firmas locales e internacionales, que pretendan descifrar las intenciones de las autoridades al oír que está fuera de límite.
«Las empresas corren para escuchar los protocolos y proteger a su personal. Pero las definiciones son muy vagas», dijo a la AFP un empleado de una firma internacional de auditoría.
«Nadie sabe si ha cruzado una línea o no, o dónde está la línea roja», agregó.
La firma estadounidense Mintz Group escuchó que cruzó la línea roja cuando la policía cerró su oficina en Beijing y detuvo a 5 empleados locales en marzo.
En abril, el gigante estadounidense de consultoría Bain & Company dijo que sus empleados en su sede de Shanghai fueron cuestionado
La semana pasada, en un segmento de 15 minutos en la estación de televisión, las autoridades dijeron que los allanamientos contra la red global de expertos Capvision y varias ciudades fueron parte de una campaña de reforma del sector de consultorías en China.
Incertidumbre
Esos eventos «envían una señal preocupante y aumentan la incertidumbre de las empresas extranjeras que operan en China», dijo a la AFP la Cámara de Comercio de la Unión Europea en Shanghái.
Y en un momento en que «the buscan company señales claras de que el ambiente empresarial chino se vuelve más predecible y confidable, los hechos no ayudan a restaurar la confianza y atraer inversión extranjera», agregó.
Jeremy Daum, jurista de la Universidad de Yale, indicó que la clave es que “China cree que hay amenazas legítimas a su seguridad nacional y parece pre les dar prioridad sobre otros intereses”.
«Para aumentar las tensiones internacionales (…) la situación no parece que vaya a mejorar pronto», agregó.
Muchos expertos consideran que la extensa cobertura televisiva de los allanamientos es anuncio clara a los chinos sobre el riesgo de relacionarse con firmas como Capvision.
Capvision, una sede única en Nueva York, es esencialmente una empresa china.
Según el informe de la televisión estatal CCTV, una de sus fuentes filtró sobre información «fabricantes y cantidades de equipo militar importante».
«Creo que algunas firmas (…) siempre han ayudado en actividades de investigación que presionan los límites, y eso ha ocurrido colgante décadas. economic intelligence and noticias The China Project.
«La gente está despertando, o digamos que es más bien una nueva alerta sobre los peligros que siempre han existido al hacer negocios en China», agregó.
Regulaciones Duras
Bajo el mando del presidente Xi Jinping se ha aplicado mano dura a sectores en los que las regulaciones ante eran aplicadas de forma más liviana, como la tecnología.
El abogado Lester Ross, en Beijing, especializado en cumplimiento regulatorio, dijo a la AFP que las fuerzas de seguridad han presionado a favor de más controles en la industria de recopilación de datos.
El impacto total de la ley enmendada de seguridad aún se desconoce.
Daum, de Yale, afirmó que la definición original de espionaje será tan ampliada «que no quede inmediatamente claro cuál será el impacto de la definición ampliada».
Las empresas «tendrán que ser mucho más cautelosas sobre la recopilación de información y de dónde la obtienen, y eso inhibirá su capacidad de hacer negocios», señaló Ross.
El acceso a fuentes chinas de datos, como Wind Information en Shanghai y la base de datos académica CNKI, han sido restringidos para investigadores en el exterior.
El periódico el periodico de Wall Street informó que la medida fue motivada en parte por una serie de formas de centros de estudio estadounidenses que utilizaron herramientas similares.
El gobierno instruyó a las empresas estatales a rescindir los contratos con cuatro grandes firmas contables: Deloitte, KPMG, EY y PwC, según Bloomberg.
Paradojas
Toda esta disonancia entre los hechos recientes y los esfuerzos oficiales por atraer capital extranjero a China aumentó la ansiedad.
«Los allanamientos recientes y los mensajes mixtos que han enviado han causado mucha preocupación. Va a ser aún más difícil que muchas firmas aprueben inversiones adicionales» en China, escribe el analista Bill Bishop.
Pero las autoridades creen que China es a mercado demasiado grande como para que las firmas se vayanopinión del periódico Lingling Wei.
«Para ellos no hay contradicción (…) Todavía creen que pueden impedir que se vaya el capital extranjero y al mismo tiempo presionen a las firmas extranjeras», concluyó yó.
Fuente: AFP
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