Bruselas mantiene, de momento, su decisión de contratar al ex lobbista estadounidense
La Comisión se resiste. «La decisión ha sido tomada. No vemos ninguna razón para reconsiderar” la contratación de la estadounidense Fiona Scott Morton, académica, cabildera y ex ejecutiva de la administración Obama, para un puesto clave para la regulación de las grandes empresas tecnológicas, anunció el viernes 14 de julio la portavoz de la Comisión Europea Dana Spinant. «Mientras no haya firmado su contrato, se puede mover», matiza un alto funcionario europeo. Hasta el momento no se ha firmado nada.
El pasado 11 de julio, el ejecutivo comunitario validó el nombramiento de este experto en economía de la competencia para el puesto de economista jefe en la poderosa Dirección General (DG) de competencia. Esta es responsable de investigar el comportamiento anticompetitivo de las empresas, autorizar fusiones y adquisiciones, pero también validar las ayudas estatales de los distintos gobiernos.
La nacionalidad de la nueva incorporación se ha movido, mientras que en teoría, salvo algunas excepciones muy prohibidas, las instituciones comunitarias están obligadas a contratar nacionales de la Unión Europea (UE). Además, en Bruselas, la Comisión no emplea a ningún estadounidense. Pero eso no es todo. Fiona Scott Morton, además de su actividad docente en la Universidad de Yale, también es consultora de algunas de las grandes empresas digitales que la UE tiene en la mira. Por lo tanto, esto plantea problemas de conflicto de intereses.
En el currículum vitae del nuevo recluta, que fue enviado a los comisionados, antes de su nombramiento, el tema no está muy detallado, a diferencia de sus publicaciones académicas, que ocupan varias páginas. “No soy empleado de ninguna consultora, sino consultor independiente”, ella escribe. También declara hacer encargos para tres firmas: la mayoría de las veces para Charles River Associates –muy conocida en la burbuja de Bruselas por ser la cabildera favorita de Gafam y de la que estuvo empleada entre 2006 y 2011–, pero también para Bates White y Cornerstone.
Reacciones francesas hostiles
“He trabajado en cinco o seis archivos en los últimos diez años. Cada expediente que presenta un presupuesto suele incluir entre 1 y 2 millones de dólares [entre 894 000 euros et 1,79 million d’euros] », agrega, sin dar más detalles y sin que la Comisión considere necesario decir para quién trabajaba realmente Fiona Scott Morton. Sus clientes incluyen, entre otros, Apple, Microsoft y Amazon.
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